martes, 23 de noviembre de 2010

Las elecciones de nuestros lectores...

"Padre Rico Padre Pobre" es la elección de Monte en nuestro club de lectura, es una obra de Kiyosaki Robert, una obra la cual reedita los principios del hogar. No dejará indiferente a nadie.





Ana García mientras tanto ha elejido la obra "Jane Eyre" de Charlotte Brontë, una obra clásica, dura y llena del romanticismo del siglo XIX.
"Compendio del Psicoanálisis" es la elección de Carmen Olmedo, esta obra de Sigmund Freud, dará mucho que reflexionar.




Terenci Moix y su obra "No digas que fue un sueño" es la elección de Mª Luisa, toda una obra, muy representativa del estilo del autor.
"Lo que me queda por vivir" de Elvira Lindo es la elección de Ana García, una obra muy apta para el celuloide.

La trilogía "Millenium" de Stieg Larsson es la elección de Pepe Tíscar, tres obras mayúsculas como best-sellers.



Marce Cruz ha elegido el libro de autoayuda "La Buena Vida" de Álex Rovira, que muestra la brillantez de otras obras como "La Buena Suerte" del mismo autor.
Y Ana Isabel ha elegido la obra "Cuentos de la Alhambra" de Washington Irving, una obra que nos muestra de primera mano los entresijos y el misticismo que esconde la magia de la Alhambra.
¡Os animamos a todos a disfrutar de vuestras lecturas y os invitamos a que os suméis a participar!

2 comentarios:

  1. La lectura de este libro me ha conmovido por dos motivos: los personajes y las escenas de este libro nos pueden resultan muy familiares a todos nosotros: la ternura y sencillez de la gente de pueblo han sido muy bien retratadas.

    Las reflexiones que hace esta mujer sobre temas cotidianos me parecen muy inteligentes.

    Por decir algo negativo, diría, que el argumento del libro en si no me ha resultado muy atractivo pues la historia de una madre soltera no me parece un tema interesante, sin embargo he disfrutado mucho con su narrativa.

    Sinopsis
    "Antonia tiene veintiséis años cuando se ve sola con un niño de cuatro en el cambiante Madrid de los ochenta. La suya es la historia de un viaje interior, el de una mujer que se enfrenta a la juventud y a la maternidad mientras intenta hacerse un lugar en la vida, en una ciudad y en una época de tiempo acelerado, más propicio a la confusión que a la certeza, sobre todo para alguien que ha tenido una experiencia demasiado temprana de la pérdida y de la soledad.

    Lo que me queda por vivir es la crónica de un aprendizaje: cómo se logra a duras penas sobreponerse a la deslealtad; cómo el desvalimiento y la ternura de un hijo alivian la fragilidad de quien ha de hacerse fuerte para protegerlo.

    Lo que me queda por vivir tiene la fuerza de las novelas que retratan un tiempo al contar unas vidas singulares, hechas por igual de desamparo e inocencia. La escritura de Elvira Lindo alcanza aquí una belleza sobrecogedora, yendo derecha al nervio de las cosas, al corazón de esas verdades sobre la experiencia que sólo puede contar la ficción.

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