Historia de la hija del rey Enrique IV de Castilla, legítima heredera al trono, usurpado hábilmente por su tia Isabel (Isabel La Catolica). Muy interesántemente contada por Almudena de Arteaga.
Espacio Web destinado al proyecto integrador "La Lectura al Alcance de Todos" promovido por la Asociación Juana Martos, Centro Guadalinfo de Cazorla y Biblioteca Municipal de Cazorla con la intención de acercar la lectura a la población.
lunes, 31 de marzo de 2014
jueves, 27 de marzo de 2014
Veinte poemas de amor y una canción desesperada
Tertulia del "Club de Lectura de la Asociación Juana Martos": 21 Abril
En la sede de la Asociación
17: 00h
En la sede de la Asociación
17: 00h
VEINTE POEMAS DE AMOR Y UNA
CANCIÓN DESESPERADA
Muchos de nosotros y nosotras cuando nos enteramos
que teníamos que leer poesía, casi cantamos la canción desesperada. Pero la
verdad es que ha sido uno de los libros que más implicación ha despertado
dentro del club.
Al ser poesía, decidimos abordar el encuentro de
forma diferente, en vez de comentar espontáneamente el libro como venimos
haciendo en todas las reuniones, decidimos que cada uno elegiría una poesía, la
leería y explicaría el motivo por la que la había seleccionado. Al final, nos
animamos y acabamos leyendo y analizando casi todos los poemas. De hecho, tal fue el grado de implicación que suscitó el libro que decidimos
concretar otro encuentro sólo para leer poesía, para ello uno de nosotros
seleccionaría una o varias poesías para leer y analizar con el resto de
compañeros.
Bien, es difícil plasmar el análisis espontáneo que
realizamos de cada uno de ellos, por eso hemos decidido reproducir uno de los
poemas que más admiración levantó, el poema XX. En este poema, Pablo Neruda sintetiza muy bien los
sentimientos y pensamientos que surgen tras una ruptura amorosa (tristeza, miedo a la soledad,
anhelo, arrepentimiento…). Esperamos que a nuestros lectores y lectoras también
les guste (hemos subrayado los versos que más nos gustaron).
POEMA XX
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Por M.J. Juárez González
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Por M.J. Juárez González
jueves, 6 de marzo de 2014
A de Adulterio de Sue Grafton
"Club de Lectura de la Asoc. Juana Martos".
Tertulia 26 de Marzo
Local de la Asociación
17:00h
En A de Adulterio un
conocido abogado, Laurence Fife aparece asesinado en su casa de Santa Teresa
(California). Todo conduce al jurado a pensar que Nikki su joven esposa lo mató
harta de sus aventuras extramatrimoniales.
Tras pasar 8 años en
prisión, Nikki sale en libertad y le encarga a la detective Kinsey Milhone que
averigüe quien mató realmente a su marido.
El caso se presenta
difícil pues tras 8 años todas las huellas parecen haberse borrado. Al empezar
la investigación se van agitando las aguas que se habían quedado estancadas y
todo se complica aún más, cuando aparece un nuevo cadáver de otro crimen que se
cometió 8 años atrás y que parece tener relación con el de Fife. La detective
Milhone se va a tener que emplear a fondo si quiere resolverlo.
La novela resulta muy
entretenida y no sólo por el caso a resolver sino también por la galería de
personajes que van desfilando en ella: desde la protagonista, una detective
privada de treinta y tantos, divorciada dos veces, cuya vida privada es un
desastre por no decir inexistente, hasta otros menos relevantes pero si
interesantes como Henry Pitts el casero
de Milhone o Rosie, dueña del Rosie´s, un bar un tanto mugriento en el que
Kinsey se siente como en casa.
A de adulterio posiblemente
no es una obra maestra en su género pero tiene una trama bien entretejida y una
prosa ágil que permite disfrutar de su lectura.
Me gustaría que se
hiciera una serie con estas novelas como ya se ha hecho con otros detectives
como Montalbano Wallander o Brunetti.Seguro que
Kinsey Milhone nos haría pasar buenos ratos frente al televisor.
La Autora
Sue Grafton es una
escritora estadounidense nacida en Kentucky en 1940. Es conocida por su serie
de novelas de misterio llamadas “el alfabeto del crimen” de las que A de
Adulterio forma parte, es la primera.
Todas tienen como
protagonista a la investigadora privada Kinsey Milhone que vive en Santa
Teresa, ciudad ficticia que equivale en realidad a la californiana Santa
Bárbara.
A Sue Grafton se le
ocurrió la idea de A de Adulterio cuando tras divorciarse y tener que luchar
por la custodia de su hijo sintió el deseo de “acabar” con su marido. “En vez
de pasarme la vida en la cárcel pensé en algo mucho mejor, matarlo en un libro
y además recibir dinero por ello.
Por Mari Luz M.E.
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